Viajar es imaginar sin tener que cerrar los ojos

A menudo contratamos un viaje y sucede que, todo lo que vivimos era tan similar a nuestro propio día a día que, volvemos decepcionados.

Si eres una de esas personas que, al regreso de un viaje organizado por grandes cadenas, pensó -Me hubiera salido más barato, habría aprendido y descansado más, alojándome en un Hotel Spa cercano con un buen libro-  Significa que estás en el lugar adecuado, pues en Travel to Clouds comienza, literalmente, tú “Viaje hacia las nubes”.

Como el niño que por primera vez pasea por el bosque, agarrado de la mano de su padre, absorto y emocionado, el viaje nos permite renacer a la sorpresa de la infancia. Viajar nos invita a dejarnos llevar, sin las preocupaciones y las limitaciones que el mundo que conocemos nos ha enseñado. Viajar es abrir los sentidos a paisajes solo imaginados, aromas extraordinarios, a nuevos colores y culturas sin tener que cerrar los ojos, sintiéndolos allí y ahora.

Cuando descubres un nuevo destino, y lo haces de la forma que nosotros te mostramos, sucede la magia… Entonces la vitalidad y la curiosidad, que te hacía tan felices de pequeño, vuelve a chisporrotear en tu pecho. Te sientes vivo de una forma que no podías recordar.

Viajar es descubrir pero, hacerlo de verdad, como conocer el modo de vida de las poblaciones flotantes del lago Titicaca. Una forma de viajar que te alejará de las habitaciones estándar, que son exactamente iguales en California que en Shanghái. Es vivir la experiencia del viaje, imbuirse en la cultura del destino de forma innata, disfrutar del lujo en su versión original, a menudo más elevada que los estándares de cadenas internacionales, pero menos conocidas.

Travel to Clouds te descubre un mundo singular y auténtico. Te alojamos en los mejores hoteles locales de tu destino favorito, como en este Hotel de Jaisalmer. Un paraíso palaciego, singular tradicional y muy lujoso imposible y propio de la India. Queremos que disfrutes el viaje desde que te despiertas, hasta que te vayas a dormir.

Al igual que cada destino tiene su  tradición, también tiene su propia concepción del paraíso.

Del mismo modo que los egipcios imaginaban la tierra de Osiris como un campo eternamente fértil y lleno de pequeñas islas, similar al delta del Nilo; o los Incas creen en un cielo de color zafiro, surcado por el cóndor en el que vive su trilogía divina. Éstos y todos los cielos, tienen en común que sus gentes se aproximan a ellos a través del mundo terrenal que les rodea. Su tradición y su forma de vivir evocan el lujo original de la tierra prometida, representada en la historia de sus edificaciones, gastronomía y cultura. Entonces…. ¿Es necesario alojarnos en lugares que nos devuelven al mundo del que venimos?

En Travel to Clouds sabemos que no, que para encontrar el lujo y la seguridad no es necesario alojarse en clónicas cadenas internacionales, carentes de espíritu y carácter.

Por eso trabajamos directamente con proveedores locales de reconocido prestigio, porque sabemos que el lujo de toda gran experiencia, está allí en donde lo auténtico y la calidad se dan la mano.

Te ofrecemos lo mejor de cada cultura y un alto estándar de calidad, cuya hospitalidad supera con creces el de las grandes cadenas internacionales. Te llevamos de la mano para que vivas las tradiciones locales, de forma segura y única. Como todo lo que es auténtico.

Como describía el poeta italiano Cesare Pavese, “Viajar es saber que nada es tuyo excepto lo más esencial: el aire, las horas de descanso, los sueños, el mar, el cielo; todas aquellas cosas que tienden hacia lo eterno (…)”.

Desprenderse de lo propio para abrazar lo que el destino nos ofrece, es la mejor forma de disfrutar del viaje. ¿Y qué mejor forma de descubrirlo que mediante actividades organizadas?. En esta imagen podéis ver a un león en fotografiado durante un safari en Masai Mara, Kenia destino que incluye experiencias únicas con las visitas a tribus locales, o en Zimbaue con el traslado a las Cataratas Victoria.

Travel To Clouds entiende el viaje como el descubrimiento de los detalles que aportan a cada destino su legítimo carácter. Te acercamos a su naturaleza, a su gente, a su corazón y tradiciones, mediante excursiones locales cuidadosamente planificadas.

Una de las experiencias más increíbles en Asía es viajar a lomos de camello en las Sand Dunes de India. Durante esta excursión de 2 horas, se dirigen a ver una de las puestas de sol más sobrecogedoras del mundo, observando el juego de luces del sol cuando cae sobre las dunas del desierto de Thar, al son de la música y danza local en vivo.

Vietnam esconde una ciudad en la desembocadura del río Thu Non, una pequeña torre de Babel asiática conocida como Hoi An, que procede de un antiquísimo mundo de comerciantes en el que chinos, japoneses, holandeses, franceses e incluso españoles, arribaban con sus barcos para refugiarse del monzón y convivir durante meses antes de proseguir su marcha. Entre los muros de esta antiquísima ciudad perviven antiguas arquitecturas europeas, japonesas y chinas, con las tradiciones de la población local. Como estas mujeres que elaboran de forma tradicional todo tipo de utensilios para la vida diaria.

Travel to Clouds os invita a vivir los eventos más importantes de cada cultura, planificando actividades en torno a las tradiciones de la población y país al que viajáis. Un ejemplo es Loy Krathong o  Festival de las Luces celebrado en toda Thailandia. Una explosión de luz y color en la que os invitamos a participar.

Los amantes de la Selva podrán descubrirla en uno de los países más completos del mundo, Perú. Desde allí podremos acceder a Puerto Maldonado, desde donde nos adentraremos en Madre de Dios, afluente del Amazonas para pasar la noche en un hermoso Lodge en lo profundo de la selva con excursiones nocturnas.

Viajar es volver con el espíritu imbuido de nuevas emociones, con experiencias imposibles de hacer realidad allí donde has crecido. Es permitirte el lujo de pagar por algo que te hace más rico. Es experimentar cosas como si fuera la primera vez, colocarte en la posición en la que casi nada, a excepción del cariño por las nuevas amistades, es tan familiar como para darlo por sentado.